A
continuación, te damos ideas de crecimiento que puedes poner en práctica como
protagonista:
- Observa la dimensión social de tus acciones como actos que en muchos casos producen un efecto que va más allá de tu propia esfera personal. Por tanto, aspira a ser tu mejor versión porque de este modo influyen positivamente en tu entorno. Puedes convertirte en un ejemplo de inspiración para los demás.
- Pon en valor el conocimiento como un medio que se comparte. Tú puedes enseñar aquello que sabes y los demás pueden aprender de ti. El conocimiento no se agota por compartirlo, al contrario, crece.
- Sostenibilidad ambiental. El cuidado de la naturaleza es un pilar de desarrollo social e individual puesto que existe una relación constante entre el entorno y el bienestar. Los recursos no son infinitos sino limitados. Por ello, es importante hacer un uso responsable de los mismos.
- Compromiso social. El voluntariado es una manifestación de este compromiso individual con la búsqueda del bien común a través de la colaboración en proyectos que tienen un objetivo concreto.
- Cuida las relaciones que tienes con aquellos que te rodean por medio de la actitud, la disposición para la escucha, el encuentro, la paciencia, el respeto, la amabilidad, las habilidades sociales y la cercanía emocional.
- Conciencia emocional. Tan importante es escuchar los propios sentimientos y emociones como dar espacio a las necesidades emocionales de los demás. La felicidad no nace del egoísmo constante o del individualismo, sino de la experiencia de compartir este viaje de la vida en sociedad.
- Lee. La cultura es una manifestación del legado de talento de tantos autores que han contribuido con su conocimiento al bien común. Las grandes obras de la literatura universal son un ejemplo de ello. Disfruta de la cultura en todas sus manifestaciones.
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